Invitación "Biblioteca Digital"
Autor: Javier Reséndiz

Pocos lo saben, quizá porque pocas veces lo digo, pero en mi panteón de autores (semi-dioses) favoritos, mantengo en un destacado altar a Jaime Sabines: Estrella Polar donde las haya. Para quien ya lo sabía y para quien recién se entera, esta entrada es para comentar y compartir lo siguiente:
Resulta que quise releer el poemario de Jaime Sabines, en parte por el gusto de adentrarme en sus aguas —entre ácidas y salobres— y en parte para transcribir sus poemas que más me gustan para compartirlos próximamente en la sección de "Autores Invitados". Pero ocurrió que, por una razón desconocida, el mencionado poemario había desaparecido de mi biblioteca. Busqué, pregunté y rebusqué, sin obtener éxito en lo que toca a desvelar su paradero. Hacer uso de la cartomancia, de la ouija y/o de los servicios de un clarividente me pareció exagerado, así que sólo me restó desear que estuviera en buenas manos, que lo cuidaran y que lo supieran apreciar.
Pero no por ello me di por vencido e inicié su búsqueda por web, torrent y eMule de forma simultánea. Si no podía tener el poemario en su estado físico, abrigaba la esperanza de recuperarlo cuando menos en su estado digital. A los pocos minutos ya estaba en posesión de él gracias a la intermediación del uTorrent, y aquí bien pudiera haber terminado la historia con un final feliz. Es decir, con el reencuentro de dos amantes que se abrazan conmovidos. Sin embargo, la búsqueda web arrojó entre sus datos un sesgo inesperado, también muy feliz, por cierto.
Entre los enlaces que ofrecía, estaba uno que apuntaba hacia un blog que, por su título, no prometía gran cosa en principio; pero, una vez que estuve dentro de ese sitio, no pude menos que recordar el refrán "A la suerte la pintan calva" y congratularme por haber pinchado en el enlace.
El nombre del blog en cuestión es ¡Qué de cosas! y es administrado por una chica que a la par de atractiva me pareció inteligente y de mucha iniciativa. Se llama Marta Guerra y, junto con Pepi y Ana, elabora y recibe audio-libros, mismos que comparte y pone a disposición de quien los solicite, en ése y en otros blogs, así como indicaciones y herramientas para elaborar tus propios audio-libros, todo ello sin ánimos de lucro. Y aunque el tema de los audio-libros no me es preponderante (quizá haya a quien sí y decida convertirse en contertulio y/o visitante asiduo del lugar), me encontraba de plácemes por la sencilla razón de que también comparte los libros en su versión Word y PDF.
Fue así que pude hacerme de la versión digital de algunos libros que, por falta de tiempo, no había podido leer y que aguardan a ser abiertos algún día. Ustedes dirán, "¡Pero si ya los tienes, para qué bajas los PDF?" y la respuesta es muy simple: un libro no se puede meter como tal al iPod, pero un PDF, debidamente procesado y convertido a EPUB sí, y no sólo uno, sino muchos otros, !una biblioteca entera si lo deseas!, con lo cual se acaba el pretexto de no poder leer por falta de tiempo. Gracias a ese artilugio y con toda comodidad se pueden aprovechar los tiempos muertos, y leer mientras aguardo en la fila de un banco, por ejemplo, o durante mis trayectos en metro, o cuando hago antesala, o cuando, disfrutando de un café, espero en el restaurant a la persona con la que tengo cita.
¿Que los beneficios de lo anterior tienen su contraparte?, pues sí, ni duda cabe. Los libros no requieren de batería, para empezar. Por otra parte, la comodidad visual no es la misma cuando se lee desde una pantallita (por grandes que sean siempre resultan pequeñas) que cuando se lee desde la fuente misma y, sobre todo, se pierde uno de la oportunidad de hacer nuevas, inesperadas y, en ocasiones, gratificantes amistades. ¿Cómo así?, pues sí, así como lo oyen! (lo leen).
Más de una vez, por no decir muchas, al verme embebido en el libro que me sustrae del mundo que me rodea, y al fijarse tanto en el título como en el autor del mismo, no ha faltado quien interrumpa mi lectura y se explaye con entusiasmo sobre el citado libro, sobre su temática o sobre el autor, al tiempo que me miran con beneplácito por considerar que han encontrado en mí a su alma gemela (en lo que toca a la literatura, aclaro).
Ocurrió así, por ejemplo, mientras hacía antesala en el edificio donde se coordina la investigación en salud a nivel nacional de mi país. Me encontraba totalmente absorto y con la nariz metida entre las hojas de un libro cuando, una hermosa voz femenina, me sacó de la abstracción. Resultó ser una fanática de Carl Sagan y, aquél libro —El Cerebro de Broca—, era uno de sus favoritos.
No es fácil encontrar a una mujer interesada en leer a Carl Sagan (que no esté ligada al mundo de la ciencia, me refiero), como tampoco es fácil que una mujer, además de guapa y poseedora de una hermosa voz se dedique a la investigación (sí, sí, no hace falta que me lo recuerden, todas las mujeres son bellas, se les note o no... caramba!), pero es aún menos fácil que una mujer, guapa e investigadora de la salud, se desentienda por completo de sus múltiples ocupaciones y retrase sus compromisos profesionales por el mero hecho de toparse con un soberano extraño que, como único mérito, sostiene entre sus manos un libro que le resulta conocido a ella.
No lo es, lo digo yo, y también puede decirlo cualquier bibliófilo que tenga por costumbre sacar a pasear sus libros (aunque, pensándolo bien, parece ser que como táctica no resulta tan mala, ¿eh?, y mira por dónde que apenas me voy enterando!).
Lo que inició como una metralla de preguntas a mansalva, al cabo de unos minutos recaló en una agradable charla que, como mínimo, me hizo el día y más agradable la interminable espera. Carl Sagan, ¡eres el mejor!
Como sea, y resumiendo:
Para aquellos que aún no lo han intentado, y para aquellos que ya lo intentaron pero se quejan de que existe muy poca oferta de libros electrónicos en español, ¡Qué de cosas!, y sus blogs hermanos, bien pueden ser el punto de partida para crear o acrecentar vuestra biblioteca digital. Los invito a que realicen la visita de rigor y a que decidan vosotros mismos. Para tal fin, aquí les dejo la dirección de la página del perfil de Marta Guerra, mismo que contiene los vinculos hacia el blog principal, y a otros tantos, donde se presenta y comparte el material que les he mencionado:
Página de perfil de Marta Guerra
Les dejo mis saludos y les deseo felices lecturas.